Las
ruedas sagradas fueron utilizadas por los indios americanos, los celtas, los
tibetanos y más recientemente los wiccanos. Su función es honrar las energías de la Tierra
en cada estación de año. Muchos sacerdotes, sacerdotisas, chamanes, sanadores
utilizan estas energías de la rueda del año para equilibrar y armonizar la
relación entre la humanidad y la Madre Tierra.
En Gran Bretaña la gran Diosa Madre fue llamada desde
tiempos del Neolítico “Ana”, el origen de todo, Hilandera del Hilo de la Vida,
Tejedora de la red de la Vida y del Destino y Cortadora del Hilo en la Muerte.
Ella era la Diosa de los elementos, visible en las redondeces de las colinas y
espesuras de los valles, ataviada con los colores de la Naturaleza y rociada por
sus ríos y manantiales. Esta
Madre Diosa estuvo muy presente en Gran Bretaña en diferentes épocas desde el
Neolítico, pasando por la edad de Bronce hasta finales del periodo
Romano-Céltico. Actualmente
la Diosa está regresando a las conciencias de muchas personas y una de las
maneras en que la experimentan es a través de la celebración de la Rueda Sagrada
del Año, y según la tradición avaloniana, la Rueda Sagrada de Britannia. El
nombre de Britannia (de ahí el nombre de Gran Bretaña) viene de la unión de los
nombres de dos Diosas: Brigit y Ana, la primera es una de las Diosas más
adoradas de las Islas Británicas y Su nombre aparece en muchos antiguos lugares
de culto, sobretodo en manantiales y pozos. El cristianismo adoptó el nombre de esta diosa
a una santa irlandesa del siglo VI dC. llamada Santa Brígida.
La
rueda sagrada del año consiste en unas ceremonias espirituales basadas en los
cambios que experimenta la Naturaleza debido al paso de las estaciones. Estos 8 festivales solares vienen marcados por
la relación entre el Sol y la Tierra y cada uno de ellos tiene asociado uno de
los 8 puntos cardinales. Según la Rueda Sagrada de Britannia las cuatro
principales direcciones: Norte, Sur, Este y Oeste, se corresponden con los dos
solsticios y los dos equinoccios así como con los cuatro elementos: el Norte
pertenece al solsticio de invierno y recibe las cualidades del elemento aire; en
el Este se sitúa el equinoccio de primavera al cual se le asigna el elemento
fuego; el Sur representa el solsticio de verano y su elemento es el agua y por
último el Oeste es el equinoccio de otoño y se le atribuye el elemento tierra.
Los otros cuatro festivales se sitúan en el
intermedio de cada estación y tienen un periodo de unas siete semanas hasta el
próximo cambio de estación. Estos
festivales son: Imbolc, Beltane, Lammas y Samhain, cuatro festivales de fuego en
que la Diosa era honrada en el pasado y que se siguen celebrando actualmente.
Imbolc
se sitúa en el Noreste de la rueda, entre el solsticio de invierno y el
equinoccio de primavera; Beltane está en el Sureste entre el equinoccio de
primavera y el solsticio de verano; Lammas está ubicado en el Suroeste entre el
solsticio de verano y el equinoccio de otoño y finalmente Samhain en el Noroeste
entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.
Las
ruedas sagradas fueron utilizadas por los indios americanos, los celtas, los
tibetanos y más recientemente los wiccanos. Su función es honrar las energías de la Tierra
en cada estación de año. Muchos sacerdotes, sacerdotisas, chamanes, sanadores
utilizan estas energías de la rueda del año para equilibrar y armonizar la
relación entre la humanidad y la Madre Tierra.
En Gran Bretaña la gran Diosa Madre fue llamada desde
tiempos del Neolítico “Ana”, el origen de todo, Hilandera del Hilo de la Vida,
Tejedora de la red de la Vida y del Destino y Cortadora del Hilo en la Muerte.
Ella era la Diosa de los elementos, visible en las redondeces de las colinas y
espesuras de los valles, ataviada con los colores de la Naturaleza y rociada por
sus ríos y manantiales. Esta
Madre Diosa estuvo muy presente en Gran Bretaña en diferentes épocas desde el
Neolítico, pasando por la edad de Bronce hasta finales del periodo
Romano-Céltico. Actualmente
la Diosa está regresando a las conciencias de muchas personas y una de las
maneras en que la experimentan es a través de la celebración de la Rueda Sagrada
del Año, y según la tradición avaloniana, la Rueda Sagrada de Britannia. El
nombre de Britannia (de ahí el nombre de Gran Bretaña) viene de la unión de los
nombres de dos Diosas: Brigit y Ana, la primera es una de las Diosas más
adoradas de las Islas Británicas y Su nombre aparece en muchos antiguos lugares
de culto, sobretodo en manantiales y pozos. El cristianismo adoptó el nombre de esta diosa
a una santa irlandesa del siglo VI dC. llamada Santa Brígida.
La
rueda sagrada del año consiste en unas ceremonias espirituales basadas en los
cambios que experimenta la Naturaleza debido al paso de las estaciones. Estos 8 festivales solares vienen marcados por
la relación entre el Sol y la Tierra y cada uno de ellos tiene asociado uno de
los 8 puntos cardinales. Según la Rueda Sagrada de Britannia las cuatro
principales direcciones: Norte, Sur, Este y Oeste, se corresponden con los dos
solsticios y los dos equinoccios así como con los cuatro elementos: el Norte
pertenece al solsticio de invierno y recibe las cualidades del elemento aire; en
el Este se sitúa el equinoccio de primavera al cual se le asigna el elemento
fuego; el Sur representa el solsticio de verano y su elemento es el agua y por
último el Oeste es el equinoccio de otoño y se le atribuye el elemento tierra.
Los otros cuatro festivales se sitúan en el
intermedio de cada estación y tienen un periodo de unas siete semanas hasta el
próximo cambio de estación. Estos
festivales son: Imbolc, Beltane, Lammas y Samhain, cuatro festivales de fuego en
que la Diosa era honrada en el pasado y que se siguen celebrando actualmente.
Imbolc
se sitúa en el Noreste de la rueda, entre el solsticio de invierno y el
equinoccio de primavera; Beltane está en el Sureste entre el equinoccio de
primavera y el solsticio de verano; Lammas está ubicado en el Suroeste entre el
solsticio de verano y el equinoccio de otoño y finalmente Samhain en el Noroeste
entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.
Rueda Sagrada de Britannia
Cada una de estas ocho direcciones está
asociada a diosas, cualidades, colores, amuletos y a “tótems” o animales de poder. Así la rueda del año queda
representada por ocho Diosas Celtas: las Madres elementales de las cuatro
direcciones cardinales (Artha, Domnu, Banbha y Danu) y las cuatro Diosas de los
intermedios estacionales (Brigit, Rhiannon, Ker, Keridwen) vistas como mujeres
en sus etapas de virgen, amante, madre y anciana sabia. Así quedaba representada
la divinidad femenina en sus diferentes aspectos y cualidades. Son los
arquetipos de la Diosa que hay en cada mujer (y también en los hombres).
En
el calendario Celta y en el Wiccano estos festivales se llaman igual excepto los
solsticios y equinoccios que tenían otros nombres: Yule y Litha eran los
solsticios de invierno y verano y Ostara y Mabon eran los equinoccios de
primavera y otoño. Otra diferencia es la posición de las ocho celebraciones con
los puntos cardinales, ya que en la tradición avaloniana la rueda comienza con
el solsticio de invierno en el norte mientras que la rueda celta o la wiccana
empiezan con Samhain en el norte.
Estas
ocho antiguas celebraciones eran tan seguidas por la gente que la Iglesia
intentó suprimirlas poniendo en la misma época de algunos festivales, sus
propias festividades cristianas. Sin
embargo las tradiciones paganas nunca desaparecieron y aún hoy perduran y son
seguidas en muchas partes del mundo.
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